EL DESTINO

Sentado en la tibia y blanda arena
mis ojos contemplan el océano
mi recuerdo vuela como gaviota mutante.
Para posarse en mi pueblo sureño
como una paloma que si tiene dueño
Mi mente son sus ojos y piensa en ti.
En tu pelo, en tu cara, en tu boca.
En esos dulces labios que besaba
en esos lindos ojos que miraba.
En ese suave pelo que acariciaba.
Pero el destino nos ha separado.
Los recuerdos golpean mi mente
a través del velo de los tiempos.
Pienso. Joven y alegre estaba
en mi pueblo y con mi amada
un buen día la cartilla llegaba
pués el ejercito me llamaba
triste, solo, sin pueblo y sin amada.
Tan solo una gaviota mutante
en paloma enamorada