Un dia de inspiraciòn

algún día

Algún día alguien dirá ha muerto
Lagrimas caerán lentamente sobre el suelo
Callaran las voces que dibujan mi nombre en el viento
y yo solo seré un recuerdo que se va
Algún día ya no llegara la savia a las hojas de mi árbol
y sus frutos caerán rodando sobre la tierra
Las hojas mustias pintaran de dorado un paisaje
De lágrimas rotas, sobre mi tumba
Ese día en ese preciso instante será el primero en
El que descansara mi alma
No habrá dudas ni temores ni la amarga sensación
De estar perdido
Solo quedara una voz que sonara una vez tan solo una
Diciendo a los cuatro
Vientos que mi vida ha terminado





las voces prohibidas

Más despacio que nunca, casi agónicas, marchan y duelen estas voces o estrellas.
Húmedos pies descalzos, breves pieles, dulce origen, impío desorden. Voces
que purifican lo que tocan. Voces todo milagro. Suaves voces de amor.
Voces para decir amor toda la vida y todo el santo día y a la lenta distancia
de una noche de sueño, amor y voces. Cálidas o despiertas, dormidas o ya frías,
estas voces se pegan a los labios y dicen y se dicen altas, duros misterios,
prohibidos latidos, esbeltos escalofríos. Espaciosas y firmes, llegan como
las bestias, crecen como el encino y no hay en ellas nada que no sea verdadero.
Pero duelen. Son dardos de amorosa ponzoña y dan la seca muerte del olvido.
no perdonan, no aman, no son ríos serenos sino fuego, ardiente maldición,
Dolorosa quietud. Vienen así, calladas, caminando caminos de helado polvo.
son las voces prohibidas que ya nunca se dicen. Por eso duelen y por eso ardo
junto a ellas, como al pie de una hoguera. Ardo y adoro al mismo tiempo
porque nada me calla o no me dicen nada. Asciendo rudas catedrales de miedo
y el vacío es un lago de hambre y sal. Me maldigo con ellas pero duermo con ellas.
cuando la sed se haya quemado en mi garganta, cuando no tenga paz ni amor,
cuando todo sea voces y no llantos, una pequeña sombra habrá a mi lado.
No la rosa del ansia ni el clavel de miseria, sino la joven luz del alba,
la joven voz del alba mía.