Santana - El Farol


Aprende a obsequiar tu ausencia, a quien no valora tu presencia.
No tengo todo lo que amo, pero amo todo lo que tengo.....
El que quiere hacer algo busca un miedo, el que no quiere hacer nada busca una excusa.

El sabio no dice lo que sabe y el necio no sabe lo que dice.
La vida no se mide por las veces que respiramos sino por los momentos que nos dejan sin aliento.
Nadie se cruza en tu vida por azar.
La apariencia puede seducir, la personalidad puede enamorar.
El valor de las cosas no está en el tiempo que duran, sino en la intensidad con que suceden.

Por eso existen momentos inolvidables, cosas inexplicables y personas incomparables.
No esperemos nada de nadie... sino de nosotros mismos.

El óxido del tiempo




Hasta los veinte o treinta años, uno cree que el tiem­po es un río infinito, una sustancia extraña que se alimenta de sí misma y nunca se consume. Pero lle­ga un momento en que el hombre descubre la trai­ción de los años. Llega siempre un momento en el que, de repente, la juventud se acaba y el tiempo se deshiela como un montón de nieve atravesado por un rayo. A partir de ese instante, ya nada vuelve a ser igual que antes. A partir de ese instante, los días y los años empiezan a acortarse y el tiempo se con­vierte en un vapor efímero…