2ª EL BAÚL DE MIS RECUERDOS



Capítulo 1

He recorrido en unos días de verano, los lugares más enigmáticos del pueblo que me vio nacer.
Sus barrios más emblemáticos, los escenarios por donde transcurrió parte de mi infancia… lugares que marcan la historia de mi pueblo... mi historia…Yo diría que la vieja historia de mi pasado.
Para ello y después de haber dado el primer pasó en la edición de la primera parte de mi libro “Reflexiones de un ciudadano Corriente”.
Me arriesgo… Me atrevo a seguir con la continuación de esos recuerdos que mantengo en la memoria, en mi Baúl…En la retina de mi recuerdo como ojos que escudriñaran los recovecos del pasado y rincones de la historia como yo lo siento e imagino.
Después de escribir la primera parte, algo en mi interior impedía que me quedase con la sensación del deber cumplido, una especie de frustración extraña…Se quedaba algo pendiente de terminar, algo con el resto de mis paisanos, con parte del resto de mi historia pasada y por supuesto con parte de mi esperanza futura, pero no se puede escribir un futuro sin haber vivido un pasado. Sin haber puesto los cimientos sobre los que se pueda edificar es futuro por ello quiero seguir expresando mi pasado, para que algún día a alguien le pueda servir de base para un pensamiento futuro o tal vez solo sirva para entretener.
Esa época de mis vacaciones que las aprovecho para pasear por sus calles… Con la tranquilidad y el sosiego que nos proporciona el clima y esos paseos por nuestra historia. Que a la vez de la relajación que me produce, me transportan a ese estado de espectador de una película histórica.
Quiero continuar cargado con el proyector en la memoria, un recorrido por otros lugares muy entrañables de mi pueblo, lugares que cada Semana Santa he recorrido.
Poder describir esa calle Llana, tan emblemática… Esa Iglesia de San Francisco… Esa Puerta de Córdoba.
Comienzo en el mismo lugar que apagué el reflector de mi mente describiendo las dos Baena.
Finalicé mi primera travesía por el mundo de la narrativa. Es curiosa la sensación, el sentimiento que se palpa cuando te introduces en este mundo de la escritura.
Como una droga que se introduce en las venas sin poder parar de expresar lo que sientes, de escribir constantemente. Cada minuto del día estas pensando en lo que paso y como expresarlo para sacar lo bello de cada palabra, de cada frase… y prosigo.
La Plaza Vieja se abre a mis ojos cuando llego a ella, después de bajar por detrás de la antigua cárcel. Dejando a mi derecha el pairón con su baranda que da inicio de la C/Alta. Cruzo esta Plaza en dirección al bar La Aurora. A mi izquierda me dejo la travesía de la puerta córdoba, para dirigirme mas tarde a la Iglesia convento de San Francisco.

La mañana está sobre nosotros y nuestra somnolencia se ha cambiado en día pleno de luz. Entro en el bar para tomarme una caña con mi amigo Paco Vera, el día es caluroso y la cerveza fresca. Entra estupendamente, charlamos de nuestra juventud de su señora y la mía, de los tiempos que salíamos juntos, cuando nos echamos novia. Hablamos del pasado y de la salud.